EL ANILLO DE MARÍA. María era incapaz de tirar aquel anillo de plata peruana y ónix en el centro. Un solo acto, cuando aquel compañero misterioso de ojos verde oscuro o marrón, que ya no recordaba bien ni el color de sus ojos, cuya alma, María, era incapaz de leer,aquel acto , como digo, en el que él le ponía el anillo a ella con tanto cariño, que hacía que María fuese incapaz de deshacerse de él. Realmente, María ya no usaba aquel anillo, y odiaba guardar cosas inútiles. Un abrigo que ya no usaba, se lo regaló a su hermana; unas baratijas que ya no usaba tampoco, las vendió en esas tiendas de segunda mano que ahora con la crisis había como rosquillas. No le importaba que le dieran poco, sólo quería deshacerse de cosas inservibles. María sabía que algún día haría un largo viaje sin retorno, y siempre estaba preparada para una posible “mudanza” futura. Así, se deshacía de objetos obsoletos, que no usaba, pero aqu